Ya hemos hablado en otra ocasión de la Responsabilidad Social de la Empresa (RSE), pero, ¿Cómo podemos llevarlo a la práctica? La mejor forma de hacerlo es mediante un Plan de RSE que nos ayude a gestionar de manera adecuada todos los aspectos que debemos tener en cuenta para que nuestra iniciativa emprendedora sea socialmente responsable.
A través de este documento de gestión podemos definir el marco de nuestras acciones de manera viable y estructurada para que no se nos escape nada. Os proponemos algunos consejos para elaborar el Plan:
- Definir la visión de la empresa:
Debemos pensar cuáles son nuestras creencias y valores a la hora de desarrollar nuestra iniciativa emprendedora para que nos resulte más fácil llevaros a la práctica en nuestra actividad diaria.
- Elaborar una memoria de sostenibilidad:
Si tenemos claras las acciones que queremos desarrollar y los objetivos a cumplir, conviene establecerlos por escrito en un documento que refleje cuestiones relacionadas con el ámbito económico, ambiental y social de la empresa, para poder utilizarlo como referencia a la hora de poner en marcha y evaluar nuestra actividad.
- Tener en cuenta las aportaciones de otras personas:
Los destinatarios de nuestra actividad o los empleados que trabajen con nosotros pueden ayudarnos a definir acciones que conlleven la mejora de nuestra actividad en relación a la sostenibilidad. Para ello puede ser buena idea utilizar encuestas o cuestionarios que reflejen de manera anónima su opinión al respecto.
- Crear redes con otras iniciativas de la zona:
Nuestras acciones tendrán un efecto mayor si conseguimos que lleguen a más destinatarios. Para ello, colaborar con iniciativas que ya existan en nuestra comunidad o generar otras nuevas puede ayudarnos a promover un modo de vida sostenible, tanto a nivel empresarial como personal.
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