El sábado, 5 de Junio, fue el Día Internacional del Medio Ambiente!
Y, quién dice medio ambiente, dice naturaleza, dice bosque... ¡Dice deforestación!
Cuando Europa consume, los bosques se consumen.
La Unión Europea es responsable del 16% de la deforestación asociada al comercio internacional. La UE ocupa el triste puesto de segundo importador después de China de productos asociados a la deforestación tropical y es responsable de la pérdida de 3,5 millones de hectáreas de bosques entre 2005 y 2017, el equivalente a la ciudad de León depurada cada semana.
España es el tercer país de la UE más responsable de la deforestación tropical generada a través del comercio internacional, con 32.900 hectáreas al año.
En todo el mundo, los bosques y otros ecosistemas naturales como pastizales, humedales y sabanas continúan siendo destruidos a un ritmo alarmante. Esto contribuye al cambio climático, así como a la pérdida de biodiversidad y los servicios vitales que ofrece la naturaleza.
Los compromisos voluntarios asumidos por los estados y empresas europeas para frenar la deforestación en 2020 no han logrado los resultados esperados, por lo que es necesario adoptar una legislación que obligue a las empresas a garantizar que los productos que ponen en el mercado no estén vinculados a la deforestación.
Además, se están abriendo nuevos frentes, en particular en ecosistemas naturales como prados o humedales. Por lo tanto, las regulaciones no deben enfocarse exclusivamente en los bosques, sino tener en cuenta todos los ecosistemas en riesgo de ser convertidos para producir materias primas.
Esto pone de relieve la urgencia de adoptar una legislación ambiciosa y eficaz para acabar con los vínculos entre nuestro consumo y la destrucción de la naturaleza y las violaciones de los derechos humanos.
Las 8 prioridades a adoptar:
Los productos comercializados en la UE cumplen los criterios de sostenibilidad medioambiental previstos por la legislación de la UE, además de las leyes de los países de origen.
La legislación no se limita a la deforestación y degradación de los bosques naturales, sino que incluye la conversión y degradación de todos los ecosistemas naturales.
La legislación cubre todas las materias primas y productos que puedan estar vinculados a la conversión de ecosistemas naturales sobre la base de criterios objetivos y científicos.
La legislación introduce obligaciones de diligencia debida, trazabilidad de materias primas y transparencia de la cadena de suministro para las empresas y el sector financiero.
¿Qué puedo hacer para luchar contra la deforestación?
Hay muchos gestos pequeños que te permitirán adaptar y cambiar tu estilo de vida y hábitos de consumo para poder actuar contra la deforestación en el día a día:
Utiliza ropa sin aceite de palma
Reduce tu consumo de carne
Revisa la comida en busca de aceite de palma
Limita tu consumo de chocolate y derivados
No abuses del coche
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